Un padre que da concejos mas que padre es un amigo.

El primer cuidado del hombre es defender el pellejo; llevate de mi concejo, fijate bien en lo que hablo: el diablo sabe por diablo pero mas sabe por viejo

En medio de mi inorancia conozco que nada valgo: soy la liebre o soy el galgo asigún los tiempos andan, pero tambien los que mandan debieran cuidarnos algo.

Despues de mucho sufrir tan peligrosa inquietú alcanzamos con salú a divisar una sierra, y al fin pisamos la tierra en donde crece el Ombú.

Nadie puede imaginar una miseria mayor; su pobreza cauza horror; no sabe aquel indio bruto que la tierra no da fruto si no la riega el sudor.

Es siempre, en toda ocación, el trago el pior enemigo; con cariño se los digo, recuerdenló con cuidado: aquel que ofiende embriagado merece doble castigo.

Que el hombre muestre en la vida la astucia que Dios le dio. Aquello no era trabajo, mas bien era un ajunción...

Que cante todo viviente otorgó el Eterno Padre; cante todo el que le cuadre como lo hacemos los dos, pues solo no tiene voz el ser que no tiene sangre.

Ilustraciones para el libro Las 18 Vidas del Golf de Lucrecia Zorraquin. Acuarela y tinta sobre papel. Formato A4.